Teresita es una chica romántica y sensible. Una tarde de otoño paseando por los jardines de Aranjuez se encontró con un muchacho apuesto y de buena familia. A él se le cayó el libro que iba leyendo y ella se agachó rápidamente a recogerlo. Al ver que eran las obras completa de Tamayo y Baus, su autor favorito, supo que habían nacido el uno para el otro. Charlaron toda la tarde y al atardecer cogieron el último tren de la Fresa para volver a Madrid. Una vez casados, todos los otoños celebran su onomástica en Aranjuez para recordar abrazados su primer encuentro amoroso.
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